El cuello de botella de las GPUs

La escasez de GPUs, combinada con la creciente demanda de potencia de procesamiento para tareas de IA, presenta tanto desafíos como oportunidades en el ecosistema tecnológico:

Desafíos para startups y desarrolladores.

– Coste elevado: Las GPUs se han vuelto increíblemente caras debido a la alta demanda, lo que aumenta los costes operativos para startups y proyectos de investigación. Las GPUs son tan escasas y caras que muchas startups buscan rondas de inversión solo para pagar sus propios GPUs. Así han hecho Inflection ($1.3B), Mistral ($113M), Reka ($58M), Poolside ($26M) o Contextual ($20M). 

– Accesibilidad: La escasez puede significar largos tiempos de espera para adquirir hardware o limitaciones en la capacidad de procesamiento.

– Ralentización de la innovación: La falta de acceso a GPUs puede ralentizar la experimentación y el desarrollo en el campo de la IA, ya que el entrenamiento de modelos complejos puede ser inviable sin el hardware adecuado.

Alternativas y oportunidades.

– Modelos pre-entrenados: Ante la dificultad de entrenar modelos desde cero, ha surgido un enfoque en el uso y ajuste fino de modelos pre-entrenados. Estos modelos, como GPT-3 de OpenAI, se entrenan en grandes datasets y luego se ajustan para tareas específicas con menos datos, lo que requiere menos potencia de procesamiento.

– Colaboraciones y asociaciones: Las startups pueden formar alianzas con empresas que tienen acceso a GPUs o con fondos de capital riesgo que ofrecen recursos, como el de Dan Gross y Nat Friedman que dedican Andromeda -su clúster GPU de 10 exaflops- y $100M exclusivamente para las startups en las que invierten.

– Optimización y eficiencia: La escasez puede impulsar la innovación en términos de optimización de algoritmos y modelos para ser más eficientes en términos de potencia de procesamiento.

– Alternativas al GPU: Aunque las GPUs son actualmente la elección principal para el entrenamiento de modelos de deep learning, la escasez puede acelerar el desarrollo y adopción de hardware alternativo, como TPUs y FPGAs.

Implicaciones a largo plazo.

– Centralización de la IA: Si solo las grandes empresas pueden permitirse el acceso regular a GPUs, podría haber una centralización de la innovación y el desarrollo de IA en unas pocas manos, lo que podría limitar la diversidad y competencia en el campo.

– Desarrollo de infraestructura en la nube: Las plataformas en la nube que ofrecen servicios de procesamiento basados en GPU, como AWS, Google Cloud y Azure, pueden ver un aumento en la demanda. Estos servicios permiten a las empresas “alquilar” potencia de procesamiento sin tener que adquirir y mantener su propio hardware.

– Innovación en hardware: La demanda puede impulsar una mayor inversión en la investigación y desarrollo de hardware más avanzado y especializado para la IA.

Como hemos visto, mientras que la escasez de GPUs plantea desafíos significativos en el corto plazo, también puede ser un catalizador para la innovación y adaptación en la forma en que se desarrolla y despliega la IA.

El anterior es un extracto del libro “Claves de la Inteligencia Artificial” de Julio Colomer, CEO de la Aceleradora AI, disponible también en versión ebook.

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